viernes, 11 de enero de 2013

Para avanzar hay que renunciar

Muchas veces la vida está relacionada con soltar lo que alguna vez nos salvó. Soltar las cosas a las cuales nos aferramos intensamente, creyendo que tenerlas es lo que nos va a seguir salvando de la caída.
Imagínate que vas por una selva, te encuentras un río y debes seguir tu camino. El río es muy profundo, no lo puedes cruzar caminando, no hay un puente, ni un barco, ni un botero, ni un vado. Y entonces, durante días y días, durante semanas o meses te dedicas a construir un bote, un bote que te permita cruzar el río. Y lo haces, y estás contento contigo al otro lado del río porque construiste tu bote que te permitió seguir y piensas: "quizás haya otro río", "quizás pueda evitarme el trabajo de seguir construyendo otros botes", "debo llevar el bote conmigo". Y entonces intento avanzar por la selva cargando con él, pero es tan difícil es tan complicado, tropiezo con cada rama, me llevo por delante cada liana, es imposible. pero persisto, no quiero dejarlo, después de todo a sido tan útil para mi.
Y sin embargo, esto que un día me salvó, este bote que un día representó la posibilidad de seguir, hoy es mi mayor impedimento.
Ser un adulto significará aceptar que soy capaz de hacerlo una vez más, significará dejar atrás aquello que hoy no me sirve, aquello que alguna vez me sirvió pero que hoy no tiene sentido en este camino y apostar a que si hay un nuevo río seré hoy más sabio para construir un nuevo bote.

lunes, 7 de enero de 2013

El que algo quiere, algo le cuesta

Escribir todo lo que no soy capaz de decir es lo unico que en este momento se me da bien...
¿Sabeís esa sensación de haber conocido a una de las mejores personas de tu vida? Yo si. Y sabes que harías cualquier cosa porque esa persona permaneciera a tu lado, incluso ser lo que no quieres ser o admitir y comprender que hay cosas que no están a tu alcance, pero aún así darías todo lo que tienes por ver su sonrisa. A mi me está ocurriendo ahora, en este preciso instante.
Y te das cuenta de que son importantes en tu vida porque cuando se van o cuando dejan de ser.. Se hace un pequeño hueco en el corazón, un hueco que automaticamente se llena de esperanza, la esperanza de que esa persona vuelva.
Me encantaría poder sentir odio, rencor o indirefencia, pero no, lo unico que puedo sentir en este momento es su dolor y su tristeza. Y si, mentiria si dijera que no siento impotencia, la impotencia de creer o de desear que nosotros mismo no tenemos la culpa. Pero a su vez te sientes triste por haber hecho todo lo que esta en mi mano por esas personas y que no haya sido suficiente. Dicen que hay personas que no nacen para permanecer siempre en tu vida pero ¿Quien a dicho que no podamos luchar porque eso cambie? Hoy me siento hundida, pero el sufrimiento no dura eternamente, ni tampoco las  malas rachas, ni las malas situaciones.. Después de todo cuando acaba la tormenta siempre sale el sol.
Y puede que sea dar palos a ciegas o como pegarme contra un muro y hasta mentiria si dijera que no tengo miedo, pero nunca es tarde para dar motivos de que si que es posible que una persona nunca se vaya de tu vida y no, no pienso rendirme, quizá algun dia lo haga pero no ahora.
Porque nadie mejor que yo sabe que lo que realmente vale la pena cuesta trabajo y esfuerzo, pero al fin y al cabo es lo que me hace feliz, lo que hasta hoy me ha estado haciendo hecho feliz. Y nunca se me ha dado bien renunciar a lo que quiero y no voy a empezar ahora.